lunes, 12 de julio de 2010

Y llegó el fin de Curso

1 Julio
Stanstead airport 21.20 hora española, 20.20 hora Local.

Me encuentro en el aeropuerto de Londres Stanstead, sentada en una cafetería tras perder mi autobús a Coventry por 5 minutos. Ya podía tener Ryanair esa puntualidad Británica!!! El caso es que me toca esperar 2 horas ( o 1h 55min para ser más “Británica”) y tras 3 horas en el bus llegaré a mi destino a media noche. Espero que el dicho de lo que mal empiezo mal acaba no se cumpla en este viaje!

Así que para hacer tiempo he decidido ponerme a escribir sobre estas últimas semanas.
En las ultimas 2 semanas, he estado en 3 países, 7 ciudades diferentes, he dicho adiós a demasiados Amigos y me he vuelto a encontrar con aquellos que tanto he echado de menos.
Y empiezo a darme cuenta que últimamente (este curso) me cuesta decir que no a los planes, qué le voy a hacer!

Primero, tras ver marchar a parte de la gente que se convirtió en mi familia en Amberes, me fui al primer evento de Beyond Europe, el proyecto de AEGEE en el que llevo ayudando desde Septiembre.
Así acabé en La France OH lala! En Toulouse, participando en la One World Convention sobre Cambio Climatico. Y fue un éxito y un placer formar parte de ese pedazo equipo.

Tras 4 días allí volví a Amberes, con las últimas despedidas, las últimas visitas a museos, catedrales, bares de los lunes, de los martes, nuestra querida plaza Ossenmark… Y casi sin darme cuenta volvía a ser el día de coger el tren a Charleroi tras decir el último y definitivo Adiós.

Y entonces llegas a España, con ese sin parar de visitas, papeleo, fiestas, llamadas, más visitas… Y no hay nada mejor que ver por fin a tu gente pero a veces lo único que quieres es tumbarte y hacer nada!!

Mientras, no falta la mítica pregunta de “Y echas de menos Amberes??, estarás triste no??
Pues… yo soy de la mentalidad que para echar de menos algo tiene que pasar tiempo, y como no he parado y mis horas parecen segundos pues no! Aun no lo echo de menos, pero tranquilos que no tardaré si me lo siguis recordando a todas horas.

Porque lo quiera pensar o no, mi año Erasmus acabó.
No volveré a mis clases de Frances, con partes en Holandés y mi correspondiente careto de… Otro día que no me entero de nada, Yuhu!!, ni pediremos cervezas con sólo levantar un dedo.
No volveré a montar mi pedazo bici amarilla pollo ni veré a mis amigas con unas pintukis extrañisimas cuya unica escusa es: hoy tampoco fui a la “Laundry” y esto es lo unico que me queda limpio.
Y podría seguir asi horas mientras me pongo más y más triste mientras oigo pedir café con acento Britanico.

El Erasmus se acabó, con suerte también mi vida de universitaria y empieza el verano.
Triste o no, no me puedo quejar.